La negación de los fundamentos de la ciencia moderna está a la orden del día. Hace unos meses el congresista republicano por el estado de Georgia, Paul Broun, que para más inri forma parte del comité científico de la cámara de representantes de Estados Unidos, rechazó la evolución, la teoría del Big Bang y la embriología tachandolas de “mentiras que provienen directamente de la boca del infierno”. El congresista en cuestión es médico de profesión y, desde el púlpito de la congregación bautista a la que pertenece, afirmó que “como científico” tiene evidencias de que la Tierra no tiene más de 9000 años y que fue creada en seis días. Como lo oyen. Para él, las teorías sobre el origen del universo y la evolución son “mentiras que lo que pretenden es evitar que nos demos cuenta de que necesitamos un salvador”.
Desgraciadamente no es el único miembro del Congreso con estas creencias. ¿Se acuerdan de Todd Akin, congresista por Missouri, que el verano pasado afirmó que es muy raro que una violación termine en embarazo?
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Miquel Tuson
Doctor en biología y comunicador científico