Xenopat: Trasplantes de tumores en ratones para una mejor medicina personalizada
Una nueva empresa ofrece un tipo muy particular de trasplantes de tumores en ratones para una mejor medicina personalizada.
Esta es una colaboración de Jesús Méndez con Biocat.
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La medicina personalizada persigue, en general, un objetivo ambicioso pero concreto: ser capaz de dar el fármaco correcto al paciente correcto y en el momento correcto. En esa compleja búsqueda se hace cada vez más necesario disponer de modelos fiables, formas de probar y poder valorar los diferentes medicamentos antes de que estos lleguen a los pacientes.
Con esa intención ha nacido XENOPAT, una spin-off del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB). “Menos del 10% de los fármacos que son eficaces contra el cáncer in vitro llegan finalmente a los pacientes”, asegura Alberto Villanueva, su director científico. “Muchos se pierden en el camino, porque lo que funciona en un cultivo celular hay veces que no lo hace en los humanos. O porque en ocasiones provocan efectos secundarios que hacen imposible su uso”. XENOPAT ofrece una nueva técnica para mejorar esa fiabilidad. En general, los laboratorios de todo el mundo prueban los fármacos en los animales alojando tumores humanos en su espalda, justo bajo la piel. Pero esa forma distorsiona en parte su comportamiento, ya que se pierden las características de su verdadero entorno. En XENOPAT lo que se hace es introducir los tumores humanos en su mismo órgano de origen: el de pulmón en el pulmón del ratón, el de ovario en el ovario, salvando en gran medida esa carencia. Es lo que se denomina trasplante ortotópico. El producto es fruto de “una experiencia de años, que ha permitido optimizar el complejo proceso quirúrgico y su estandarización”, apunta Villanueva.
Su oferta distingue dos líneas diferentes. Por un lado, sirve como prueba para fármacos en estudio. “Esta línea va dirigida fundamentalmente a empresas, pero también a investigadores”. Actualmente XENOPAT dispone de una batería de más de 200 tumores de diferentes tipos, genéticamente caracterizados, que permiten comprobar la eficacia de cualquier medicamento antitumoral para cada una de las variantes. “Esta línea puede aportar información muy útil a la hora de dirigir y planear ensayos clínicos”, asegura Villanueva. De hecho, esta técnica ya se ha empleado en el desarrollo de la lurbinectidina, un fármaco contra el cáncer de ovario —para el cual apenas han aparecido novedades en los últimos años— que ha sido desarrollado en España y que se encuentra ya en ensayos de fase III, la etapa anterior a su posible comercialización.
Por otro lado, la oferta se dirige específicamente al ámbito hospitalario. A pesar de que las terapias contra el cáncer han mejorado, una parte aún importante de pacientes recae de la enfermedad, lo que complica en gran medida los siguientes tratamientos. Villanueva se muestra escéptico respecto a otras iniciativas similares que, usando tumores subcutáneos, pretenden indicar la primera medicación, ya que considera que “no hay margen de tiempo suficiente”. En el caso de la recaída es donde tales iniciativas, especialmente Xenopat, podrían ser de utilidad: una pequeña parte del tumor extirpado durante la cirugía puede implantarse en un ratón, al que se le daría el mismo tratamiento que al paciente. Como en el animal la enfermedad avanza más rápidamente, “podrían ir probándose en paralelo diferentes fármacos, incluidos aquellos que se estén usando en ensayos clínicos, para determinar cuál sería el más eficaz llegado el caso de una recidiva”.
Preguntado por el motivo de haber constituido una spin-off, Villanueva confiesa que su grupo de investigación es pequeño, y necesita constante financiación. Esta es la única forma de “continuar el proyecto para lograr que genere riqueza y que pueda mantener una cierta independencia. De esta manera se consigue además que haya un cierto retorno a la institución pública porque, lamentablemente, creo que ahora mismo esto solo se puede hacer desde un entorno privado».
La empresa, que ya participó en el concurso BioemprenedorXXI —una iniciativa de “la Caixa”, Barcelona Activa y Biocat para fomentar la creación empresarial— la componen también August Vidal y Anna Portela. Vidal es patólogo en el Hospital de Bellvitge, y ha estado presente en el proyecto desde su inicio. Villanueva considera clave su papel: “todo el mundo piensa en otos profesionales clínicos, más cercanos al paciente, pero el patólogo es fundamental a la hora de desarrollar estas estrategias”, asegura. Portela, por su parte, fue investigadora post-doctoral en el mismo IDIBELL hasta el pasado año, investigación que compaginó con el estudio de un máster empresarial. Interesada en participar en la gestión de la ciencia y en hacer que esta llegue a la sociedad, considera que deberían eliminarse obstáculos para que un investigador siga el camino empresarial. Y, convencida, asegura que tomó esta decisión al considerar que “la empresa puede conseguir que los avances científicos lleguen a la sociedad, algo que el artículo científico por sí solo no es capaz de hacer”.
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DESPIECE
Un gran banco de tejidos en permanente expansión
Fruto del trabajo acumulado durante los últimos años, Xenopat dispone actualmente de un banco (Orthoxenobank) de más de 150 tumores congelados. Estos tumores, de origen humano, han sido obtenidos tras la implantación y crecimiento en el correspondiente órgano del ratón, y están listos para ser usados a petición de los clientes. El banco, en permanente crecimiento, incluye entre otros tumores de colon y sus metástasis hepáticas, de ovario, endometrio, así como de pulmón, mama, tumores pediátricos o tumores germinales testiculares, un modelo único en el mundo. Todos ellos están ampliamente caracterizados, lo que permite diferenciar su comportamiento según sus particularidades genéticas. Además, se incluyen también modelos desarrollados a partir de tumores que se han hecho resistentes a diferentes tipos de quimioterapia, tanto en los pacientes como en los ratones. Entre las líneas que están desarrollando ahora mismo se encuentra la incorporación de los llamados “tumores líquidos”, incluyendo leucemias particularmente agresivas.
Aquesta és una col·laboració de Jesús Méndez amb Biocat.
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La medicina personalitzada persegueix, en general, un objectiu ambiciós però concret: ser capaç de donar el fàrmac correcte al pacient correcte i en el moment correcte. En aquesta complexa recerca es fa cada vegada més necessari disposar de models fiables, formes de provar i poder valorar els diferents medicaments abans que aquests arribin als pacients.
Amb aquesta intenció ha nascut Xenopat, una spin-off de l’Institut de Recerca Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL), l’Institut Català d’Oncologia (ICO) i l’Hospital Universitari de Bellvitge(HUB). «Menys del 10% dels fàrmacs que són eficaços contra el càncer in vitro arriben finalment als pacients«, assegura Alberto Villanueva, el seu director científic. «Molts es perden en el camí, perquè el que funciona en un cultiu cel·lular hi ha vegades que no ho fa en els humans. O perquè en ocasions provoquen efectes secundaris que fan impossible el seu ús». Xenopat ofereix una nova tècnica per millorar aquesta fiabilitat. En general, els laboratoris de tot el món proven els fàrmacs en els animals allotjant tumors humans en la seva esquena, just sota la pell. Però aquesta forma distorsiona en part el seu comportament, ja que es perden les característiques del seu veritable entorn. En Xenopat el que es fa és introduir els tumors humans en el seu mateix òrgan d’origen: el de pulmó en el pulmó del ratolí, el d’ovari en l’ovari, salvant en gran mesura aquesta carència. És el que s’anomena trasplantament ortotòpic. El producte és fruit de «una experiència d’anys, que ha permès optimitzar el complex procés quirúrgic i la seva estandardització», apunta Villanueva
La seva oferta distingeix dues línies diferents. D’una banda, serveix com a prova per a fàrmacs en estudi. «Aquesta línia va dirigida fonamentalment a empreses, però també a investigadors». Actualment Xenopat disposa d’una bateria de més de 200 tumors de diferents tipus, genèticament caracteritzats, que permeten comprovar l’eficàcia de qualsevol medicament antitumoral per a cadascuna de les variants. «Aquesta línia pot aportar informació molt útil a l’hora de dirigir i planejar assajos clínics», assegura Villanueva. De fet, aquesta tècnica ja s’ha emprat en el desenvolupament de la lurbinectidina, un fàrmac contra el càncer d’ovari —per al qual amb prou feines han aparegut novetats en els últims anys— que ha estat desenvolupat a Espanya i que es troba ja en assaigs de fase III, l’etapa anterior al seu possible comercialització.
D’altra banda, l’oferta es dirigeix específicament a l’àmbit hospitalari. Tot i que les teràpies contra el càncer han millorat, una part encara important de pacients recau de la malaltia, el que complica en gran mesura els següents tractaments. Villanueva es mostra escèptic respecte a altres iniciatives similars que, usant tumors subcutanis, pretenen indicar la primera medicació, ja que considera que «no hi ha marge de temps suficient». En el cas de la recaiguda és on aquestes iniciatives, especialment Xenopat, podrien ser d’utilitat: una petita part del tumor extirpat durant la cirurgia pot implantar-se en un ratolí, al que se li donaria el mateix tractament que al pacient. Com en l’animal la malaltia avança més ràpidament, «podrien anar provant en paral·lel diferents fàrmacs, inclosos els que s’estiguin fent servir en assaigs clínics, per determinar quin seria el més eficaç arribat el cas d’una recidiva».
Preguntat pel motiu d’haver constituït una spin-off, Villanueva confessa que el seu grup de recerca és petit, i necessita constant finançament. Aquesta és l’única forma de «continuar el projecte per aconseguir que generi riquesa i que pugui mantenir una certa independència. D’aquesta manera s’aconsegueix a més a més que hi hagi un cert retorn a la institució pública perquè, lamentablement, crec que ara mateix això només es pot fer des d’un entorn privat».
L’empresa, que ja va participar en el concurs BioEmprenedorXXI —una iniciativa de «la Caixa», Barcelona Activa i Biocat per fomentar la creació empresarial— la componen també August Vidal i Anna Portela. Vidal és patòleg a l’Hospital de Bellvitge, i ha estat present en el projecte des del seu inici. Villanueva considera clau el seu paper: «tothom pensa en altres professionals clínics, més propers al pacient, però el patòleg és fonamental a l’hora de desenvolupar aquestes estratègies», assegura. Portela, per la seva banda, va ser investigadora post-doctoral en el mateix IDIBELL fins l’any passat, investigació que va compaginar amb l’estudi d’un màster empresarial. Interessada a participar en la gestió de la ciència i en fer que aquesta arribi a la societat, considera que s’haurien d’eliminar obstacles perquè un investigador segueixi el camí empresarial. I, convençuda, assegura que va prendre aquesta decisió en considerar que «l’empresa pot aconseguir que els avenços científics arribin a la societat, cosa que l’article científic per si sol no és capaç de fer».
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Y a més:
Un gran banc de teixits en permanent expansió
Fruit del treball acumulat durant els últims anys, Xenopat disposa actualment d’un banc (Orthoxenobank) de més de 150 tumors congelats. Aquests tumors, d’origen humà, han estat obtinguts després de la implantació i creixement en el corresponent òrgan del ratolí, i estan preparats per ser usats a petició dels clients. El banc, en permanent creixement, inclou entre d’altres tumors de còlon i les seves metàstasis hepàtiques, d’ovari, endometri, així com de pulmó, mama, tumors pediàtrics o tumors germinals testiculars, un model únic al món. Tots ells estan àmpliament caracteritzats, el que permet diferenciar el seu comportament segons les seves particularitats genètiques. A més, s’inclouen també models desenvolupats a partir de tumors que s’han fet resistents a diferents tipus de quimioteràpia, tant en els pacients com en els ratolins. Entre les línies que estan desenvolupant ara mateix es troba la incorporació dels anomenats «tumors líquids», incloent leucèmies particularment agressives.
